domingo, 3 de junio de 2007

Editorial: Universidad, movilización social y terrorismo

Hasta el momento en este espacio hemos venido compilando todos los documentos y expresiones más significativas como argumentos para el debate en torno del Art. 38 del Plan Nacional de Desarrollo que ha evolucionado hasta el momento en el pacto de concurrencia que viene defendiendo el Gobierno Nacional desde que el Movimiento Universitario logró ser escuchado. Pacto que de ningún modo aceptamos; la concurrencia es el primer paso hacia una total deslegitimación de la responsabilidad social que el Estado tiene con las colombianas y colombianos en lo que a educación superior se refiere.

Nos hemos abstenido de lanzar apreciaciones desde el comité editorial, aunque es claro desde el principio que este blog está "dedicado a difundir el estado actual de la Universidad Pública en Colombia e información relacionada, en especial el de la Universidad Nacional que atraviesa un momento de crisis por cuenta de las mayorías en el Gobierno Nacional. En contra del Plan Nacional de Desarrollo, particularmente del Artículo 38.".

El día de hoy decidimos dar a conocer entre nuestros lectores la impresión que tenemos de la posición del Gobierno Nacional que el día de hoy tildó a quienes hacemos parte del Movimiento Estudiantil como "terroristas" , dada la indignación que nos produjo. Desde luego nos referimos a las declaraciones en el consejo comunal que el presidente Uribe realizó ayer en Bogotá.

En primer lugar, las palabras textuales que nos llevan a afirmar que Uribe nos ha dado el rótulo de terroristas, son las siguientes: "Si el gobierno no desaloja el terrorismo de las universidades, el terrorismo desalojará la ciencia y el conocimiento de las universidades, así que General Naranjo...". Palabras que dan paso a la orden de desalojo del campus en Bogotá. Es claro que para el presidente quienes hasta esta noche se encontraban acampando en el marco de la Asamblea Permanente son terroristas. Cabe recordar que esas personas, entre trabajadores y estudiantes son quienes mantuvieron vivo el movimiento durante todo este tiempo, motivándonos a participar de las actividades (asambleas, marchas, charlas, eventos culturales) que en últimas lograron la exposición de nuestro problema más allá de la Ciudad Blanca hacia todo Colombia, y nos arriesgamos a decir que fueron nuestros representantes desde su resistencia de no abandono del campus para mantenerlo abierto a nuestra discusión, más allá de las polémicas del retorno a la normalidad académica.

Además encontramos en el resumen del consejo comunitario las siguientes declaraciones que insertan el problema de las universidades públicas dentro de su política de seguridad, que como sabemos se basa en el discurso contra los grupos insurgentes guerrilleros y los grupos criminales narco-paramilitares, desviando el debate que principalmente debió girar en torno al saneamiento de las finanzas de la Universidad:

“Todo el interés es la defensa de la universidad pública, del Sena y de la educación pública, de la educación para los colombianos. Haré todos los esfuerzos para que esas universidades no tengan ni guerrillas ni paramilitares.

Lo primero que hicimos en la Universidad de Antioquia cuando empezó este Gobierno fue desmontarles unas antiguas células de la guerrilla y unas nuevas células de los paramilitares.

Es que esa cosita que hizo la guerrilla marxista y que yo la vivó en la universidad, de entrar a la universidad en aras de la combinación de la formas de lucha, de penetrar el movimiento estudiantil, de estudiar y al mismo tiempo hacer actos terroristas, y que después replicaron, plagiaron, copiaron los paramilitares, eso hay que acabarlo para que este país pueda vivir tranquilo.

Creo que hemos avanzado enormemente en el desmonte del paramilitarismo, como ningún Gobierno lo había hecho, y en el proceso de debilitamiento de la guerrilla seguiremos con toda la decisión.

Se lo pido en público, general Naranjo (Oscar, director de la Policía), todo el respeto a la universidad deliberante, a la universidad científica, terroristas involucrados en la universidad, a la cárcel."

No es un secreto que a todas luces cualquier disentimiento con los principios y decisiones del ejecutivo (con la mayoría del congreso a su favor, y tomando decisiones propias de la rama jucial -como la excarcelación de guerrilleros de las FARC este fin de semana-) es calificado por el presidente y sus funcionarios como "terrorismo".

Es clara nuestra posición como estudiantes y Universidad en contra de la concurrencia propuesta por el ejecutivo que el rector Wasserman no ha aceptado o rechazado hasta el momento. Tenemos un gran disenso con el presidente Uribe; no es extraño que ahora seamos embotellados en el problema de seguridad nacional y la política de gobierno como "terroristas" aún siendo parte de la sociedad civil y no siendo parte de la competencia política, del partido de oposición, tildado de guerrillero y por tanto de "terrorista". Ya ha pasado con otras organizaciones como las ONG´s, y lamentablemente, con líderes que no tienen el respaldo de cientos, como cada uno de nosotros que si lo tenemos al ser parte de la Universidad Nacional y del movimiento de coyuntura para proteger el futuro financiero de la misma.

Aquí en U.N En Peligro, no estamos de acuerdo con este hecho que va en contra de cualquier derecho a la protesta social; el presidente de una democracia no puede criminalizar el contrapeso que hacen grupos desde la sociedad civil por la reivindicación de derechos como el de una educación realmente pública, pero para nuestro infortunio, el nuestro lo hace utilizando su gran popularidad y aceptación entre las colombianas y los colombianos del común.

Tampoco estamos de acuerdo con las medidas que se desprenden de la denominación de las universidades como focos de terrorismo (situación negada por el presidente, pero que queda expuesta claramente en su discurso); la presencia de organismos de seguridad estatal en la Universidad pone en riesgo la libertad de expresión que podamos llegar a desarrollar como sujetos productores de conocimiento y dinámicas sociales. Cualquier actividad que desarrollemos y que vaya en contra de las políticas de gobierno será tildada de "terrorista", cualquiera de las resistencias propias de la democracia dentro de la Universidad será marcada como "enemiga del Estado comunitario".

Para terminar y en ilación con la idea anterior, sin ánimos de ser extremistas, consideramos que no está de más señalar los informes sobre compañeros asesinados a manos narco-paramilitares durante el último año y sobre compañeros de otras universidades públicas amenazados durante todo el proceso de demanda social del último mes, por las autodenominadas "Águilas Negras" (nuevos grupos narco-paramilitares), para que ustedes, nuestros lectores, se abran a nuevos interrogantes que van más allá del asunto de la concurrencia y la solución de las finanzas de la Universidad, que bien podrían estar en el terreno de lo que la Universidad Nacional significa para Colombia, para las Colombianas y los Colombianos, y para Álvaro Uribe Vélez.

La información al respecto la encuentran aquí.

Ojo: No tenemos relación alguna con los actores nombrados en este editorial, salvo el sentimiento de pertenencia con el actual movimiento en contra del artículo 38. del PND y la concurrencia propuesta desde el Gobierno Nacional. Al expresar nuestra visión de la criminalización de nuestro movimiento el día de ayer, pretendemos dar elementos a nuestros lectores que les permitan tener un panorama más amplio de la situación.

1 comentario:

axaxaxas mlö dijo...

resulta realmente deprimente que mientras están tumabando a pedazos la universidad, nadie se pregunté qué es lo que está pasando... parece que al "ciudadano común y corriente" se le escapara de toda lógica la situación. para ellos los estudiantes son sólo vagos, mamertos teroristas que no permiten el desarrollo del país. Es increíble que no se mire más allá, que no se cuestionen las condiciones reales de las políticas gubernametales... definitivamente cada pueblo tiene los gobernantes que se merece